Claustrofobia

11 noviembre, 2019
¿Qué es?

¿Qué es?

De la mano de la doctora Rocío Fausor de Castro, profesora asociada de la Universidad Complutense de Madrid, psicóloga sanitaria práctica privada y socia de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS, analizamos qué es la claustrofobia, sus causas, síntomas, cómo interfiere en la vida de las personas y si existe un tratamiento para su manejo.

¿Qué es la claustrofobia?

La claustrofobia es la manera de clasificar el miedo a los espacios cerrados. Se trata de un trastorno de ansiedad y se diagnostica como ansiedad de tipo fóbico.

Las personas que padecen claustrofobia presentan un miedo intenso e incontrolable a los lugares cerrados de los que creen que no van a poder salir fácilmente, como por ejemplo, un ascensor, una cueva, un túnel, etc. De hecho, son sensaciones que pueden aparecer también en pruebas médicas como la resonancia magnética.

Este miedo a espacios cerrados puede manifestarse de dos maneras:

  • Miedo a la restricción: a no poder moverse.
  • Miedo a la asfixia: a creer que nos quedaremos sin aire.

¿Cuáles son sus causas?

  • La vivencia pasada de una experiencia desagradable en un espacio pequeño: cuando años después hay algo que recuerda ese hecho, las reacciones de alerta se activan y aparecen los síntomas de miedo. En este momento tienen un papel muy importante las interpretaciones que se realizan sobre lo que está pasando, pensamientos como “Me ahogo”, “No puedo respirar”, “Voy a morir”, “Me estoy quedando sin aire” aparecen de manera automática y fomentan una vivencia aún más incontrolable.

    Como consecuencia, la persona intenta escapar o evitar cualquier lugar pequeño que le haga sentir esa experiencia tan desagradable, sin hacer frente ni manejar la ansiedad que le genera esa situación, lo que hace que no regule dicha emoción y se mantenga en el tiempo.
  • Alguien querido y significativo para nosotros puede que haya experimentado esa situación anterior y nos la transmita, aprendiendo de su vivencia y adquiriendo nosotros el miedo.

¿Qué síntomas presenta la claustrofobia?

En concreto, los síntomas más típicos de la claustrofobia son la dificultad para respirar y el miedo a asfixiarse o a no poder moverse.
A su vez, pueden aparecer otros signos de alta activación, como:

  • Sudoración.
  • Mareos.
  • Taquicardia.
  • Sensación de desmayo.
  • Miedo a morir.
  • Conductas de acercamiento a puertas, ventanas.
La sudoración o los mareos son síntomas típicos de la claustrofobia.

Como los síntomas son similares a los ataques de pánico, hay que ver si esta alta activación se da en otros contextos y explorar esa posibilidad.


¿Puede la claustrofobia interferir en la vida de quien la sufre?

A menudo, las personas con claustrofobia desarrollan estrategias para poder desenvolverse en las situaciones que les generan miedo. Se trata de vías que les ayudan a escapar de la situación temida o a evitarla parcial o totalmente, como por ejemplo: subir 30 pisos por las escaleras por no coger el ascensor; Ir andando siempre por no coger el metro o decidir no hacerse una Resonancia Magnética.

A esas respuestas las llamamos respuestas de seguridad y a simple vista se podrían incluso normalizar, pero hay que tener en cuenta que no siempre se podrán implementar. Siguiendo con los ejemplos anteriores: por la edad, impidiendo que se puedan subir 30 pisos, porque se va a llegar tarde a una cita importante al ir andando o bien porque la resonancia magnética se necesita para un proceso médico importante.


¿Existe un tratamiento para la claustrofobia?

La terapia cognitivo conductual ha mostrado muy buenos resultados para el manejo de la claustrofobia.

Se trata de un procedimiento en el que profesionales bien formados en el área informan al paciente sobre la problemática y enseñan estrategias para manejar la claustrofobia y enfrentarse a ella. El objetivo que se persigue es que esa persona pueda hacer su vida sin tener que usar estrategias de seguridad para desenvolverse en situaciones que le generen miedo y hacer frente a su día a día sin interferencias.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.

Contenido creado por