Enfermedad de Crohn

¿Qué es la Enfermedad de Crohn?

La Enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria intestinal que puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo -desde la boca hasta el ano-, si bien es más frecuente  en la parte final del intestino delgado (íleon) y el principio del grueso (ciego). Pertenece a un grupo de trastornos conocidos como enferme­dades inflamatorias intestinales (EII), en el que también se incluye la colitis ulcerosa.

Al contrario que esta, la Enfermedad de Crohn afecta a todo el grosor de la pared intestinal y es discontinua. Esto quiere decir que puede afectar a unas áreas del intestino y a otras no. Se manifiesta sobre todo en edades tempranas de la vida y se trata de una dolencia crónica autoinmune que alterna brotes inflamatorios con episodios de remisión.


¿Qué tipos hay?

Los síntomas y posibles complicaciones de la Enfermedad de Crohn difieren según la parte del tracto gastrointestinal que esté afectada. De acuerdo a este criterio, existen cinco tipos de esta EII:

  • Enfermedad de Crohn gastroduodenal: afecta al estómago y al duodeno (la primera parte del intestino delgado).
  • Yeyunoleítis: produce áreas irregulares de inflamación en el yeyuno (la mitad superior del intestino delgado).
  • Ileítis: afecta al íleon (la última sección del intestino delgado).
  • Ileocolitis: es la forma más común de la enfermedad de Crohn y afecta al colon y al íleon.

¿A quién afecta?

Según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), una de cada 450 personas padece una enfermedad inflamatoria intestinal en nuestro país, y en concreto, la Enfermedad de Crohn es la más prevalente de ellas, con más de 100.000 casos diagnosticados en España, más o menos la mitas de todos los afectados por esas EII. Se trata de una afección cuyas tasas de prevalencia se han incrementado en los últimos años.

La Enfermedad de Crohn afecta a hombres y mujeres por igual, aunque se da más en personas jóvenes (hasta los 40 años); de hecho, alrededor de una tercera parte de los casos se diagnostican antes de los 20 años. También existe en niños y en otras fases de la vida.


¿Qué causa la Enfermedad de Crohn?

No parece haber una causa única que provoque esta patología, sino que pueden ser varios los factores que la desencadenen o, incluso, la conjunción de ellos:

  • Factores genéticos. Existen genes que, de estar presentes, aumentan el riesgo de padecer la Enfermedad de Crohn. De hecho, un 20% de las personas que padecen esta patología tiene un pariente -hermano o hermana, padre, madre o hijo- con algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Factores inmunológicos. Alteraciones en el sistema inmunológico desencadenan una respuesta exagerada y permanente ante agentes alimentarios o bacterianos.

Por, tanto, podemos decir que los genes de una persona y los factores ambientales parecen jugar un papel en el desarrollo de la Enfermedad de Crohn, ya que el cuerpo puede estar reaccionando de forma exagerada.


¿Cuáles son sus síntomas?

La sintomatología de esta patología es muy variable y normalmente alterna periodos de aparición (brotes) y otros de remisión, así como diferentes intensidades según cada paciente.

Además, también la zona donde esté localizada la enfermedad influye en el tipo de molestias que causa. Así:

  • Si se localiza en el intestino delgado, lo más habitual, produce diarrea, dolor abdominal, debilidad, pérdida de peso y falta de apetito.
  • Si se localiza en el colon, predomina la diarrea, a veces con sangre.
  • Si afecta más al ano, la lesión típica es la fístula, absceso o úlcera, con sus correspondientes molestias.

Además, en cada paciente se pueden añadir otros síntomas digestivos, como vómitos u obstrucción intestinal o algunos dependientes de la anemia (debilidad, dolores articulares…).


¿Qué complicaciones puede tener?

En ocasiones, la Enfermedad de Crohn puede derivar en complicaciones como la perforación u obstrucción (bloqueo) del intestino, hemorragia considerable, estenosis, fístulas (comunicaciones anormales del intestino) o abscesos, entre otras. Raramente, puede desarrollarse cáncer colorrectal.


¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de sospecha inicial puede realizarlo el médico de cabecera mediante la historia clínica del paciente y una exploración general en la que determine sensibilidad abdominal, erupción cutánea, articulaciones inflamadas o úlceras bucales. La analítica de sangre suele mostrar alteraciones inespecíficas, como  aumento de la velocidad de sedimentación, así como de glóbulos blancos y plaquetas. También puede haber escasez de proteínas, hierro (anemia) y de vitaminas B12 y ácido fólico.  Un cultivo de heces puede ayudar, además, a descartar otras causas de la diarrea.

El diagnóstico se confirma mediante estudios radiológicos (TAC, ecografía, tránsito intestinal), que ofrecen información acerca de la localización y posibles complicaciones, como abscesos, fístulas o estenosis. Además, existen pruebas, como la colonoscopia que permite explorar la mucosa intestinal y tomar muestras para hacer una biopsia
Por último, en algunos casos puede ser necesaria una gammagrafía o prueba nuclear, que permite valorar le extensión de la inflamación.


¿Cómo se trata la Enfermedad de Crohn?

diagnóstico de la gastroenteritis se realiza a partir de la sintomatología del paciente y, si es necesario, se efectúa un

La Enfermedad de Crohn es una patología crónica y sin cura, pero el tratamiento puede ayudar a mantener en el tiempo la remisión de los síntomas, así como a evitar nuevos brotes, reducir la duración de los que surgen y aliviar  las molestias. En base a estos objetivos, se pueden establecer tres pilares para el tratamiento de esta enfermedad, que también se refieren a aspectos como dónde está localizada, nivel de gravedad y si existen problemas asociados a ella o tratamientos previos:

  • Medidas generales: el paciente debe seguir una dieta completa y equilibrada, baja en grasas y en fibra, que garantice su correcta nutrición. Si existen carencias de vitaminas y minerales (vitamina B-12, ácido fólico, vitamina C, hierro, calcio, zinc, y magnesio) o si existe dificultad para tomar una cantidad suficiente de alimentos y obtener las calorías necesarias, puede ser necesario identificar y corregir estas deficiencias con suplementos vitamínicos y nutricionales que se toman por vía oral.
  •  Tratamiento farmacológico: en esta parte hay que diferenciar dos fases: la toma de medicamentos durante los brotes agudos, en la que predominan los corticoides; y la fase de mantenimiento, en la que se toman otro tipo de medicamentos.
  • Cirugía: se estima que alrededor de un 70% de los enfermos de Crohn deberán someterse a una intervención a lo largo de su vida. Suele ser en casos en los que los medicamentos no funcionan y se hace necesaria una extirpación de la parte dañada o enferma del intestino o también para el drenaje de un absceso. Sin embargo, esta intervención no cura la enfermedad, ya que la inflamación suele reaparecer cerca del lugar de la cirugía.

10 consejos para prevenir la Enfermedad de Crohn

Aunque la Enfermedad de Crohn no tiene cura, cuidar la alimentación y evitar algunos hábitos nocivos puede ayudar al enfermo a controlar los brotes:

  • 1. Sigue fielmente el tratamiento establecido por tu médico.
    No lo dejes aunque te sientas bien. Y si sospechas de que tienes una recaída, acude a la consulta en cuanto notes los primeros síntomas para ver a tu especialista y reiniciar el tratamiento si fuera necesario.
  • 2. Consulta el uso de ciertos fármacos.
    Por ejemplo, siempre consulta con tu médico antes de tomar un medicamento para la diarrea, así como para el tratamiento contra las hemorroides.
  • 3. Ten cuidado con la toma de analgésicos.
    Medicamentos como la indometacina, el ibuprofeno y el naproxeno pueden desencadenar una reactivación de la enfermedad en algunos pacientes. Por eso, si necesitas analgésicos, opta por tomar paracetamol.
  • 4. Lleva una dieta variada.
    El aspecto nutricional es clave en esta dolencia. El objetivo de tu alimentación debe ser prevenir y corregir la desnutrición, así como no empeorar los síntomas digestivos (dolor abdominal, diarrea,…). Para ello, es importante seguir una dieta rica, pero equilibrada en proteínas, calcio y hierro.
  • 5. No le eches la culpa a un alimento.
    Actualmente no hay pruebas científicas suficientes que apunten a que un alimento concreto desencadene, perpetúe o empeore el proceso inflamatorio de la Enfermedad de Crohn. Por tanto, debes evitar únicamente aquellos que aumenten o empeoren tus síntomas de forma repetida y sistemática.
  • 6. Sí a los lácteos y la fibra… en algunos casos.
    La leche y los derivados lácteos son un gran aliado para prevenir la descalcificación de los huesos. Aunque la lactosa de estos productos puede provocar diarrea en algunos casos, por lo que es mejor que la leche sea sin lactosa. Además, puedes tomar fibra, a través de fruta, por ejemplo, excepto cuando aparezcan brotes, y ten en cuenta que el membrillo y el plátano estriñen y que las cerezas y las ciruelas son laxantes.
  • 7. Deja de fumar.
    El riesgo de recaídas y de necesitar cirugía se duplica en fumadores comparado con los no fumadores. Además, el tabaco empeora la respuesta al tratamiento y dificulta mantener la remisión de los síntomas.
  • 8. Controla el estrés.
    Tus problemas intestinales pueden empeorar si no logras manejar el estrés en circunstancias y momentos problemáticos. Aprender técnicas de relajación, meditación o practicar disciplinas como el yoga o el tai chi puede resultarte muy útil.
  • 9. Viaja preparado.
    Tampoco renuncies a los viajes, pero informa a tu médico antes de partir. Él te aconsejará qué medicamentos debes llevar y qué precauciones tomar.
  • 10. Habla de tu problema.
    Muchas personas con enfermedad de Crohn se sienten a veces muy desanimadas. Cuando te suceda, busca apoyo en tu familia o amigos. Las asociaciones de pacientes de pueden dar buena información y apoyo.