Diarrea

¿Qué es la diarrea?

Se denomina diarrea al aumento de la frecuencia de las deposiciones (más de tres al día o un número mayor de lo normal para la persona), acompañado de una menor consistencia de éstas (más sueltas o líquidas). Se le asocian síntomas como dolor abdominal, necesidad urgente de defecar y, a veces, aparecen en las heces elementos como moco, sangre, pus y exceso de grasa.

Se trata de uno de los trastornos digestivos más frecuentes, y prácticamente cualquier persona ha sufrido a lo largo de su vida algún episodio de diarrea más o menos aguda.


¿Qué tipos de diarrea existen?

Podemos diferenciar tres tipos de diarrea:

  • Diarrea aguda: cuando su duración es inferior a tres semanas. Junto al aumento de las deposiciones aparecen también síntomas como malestar general, dolor abdominal, náuseas, vómitos y fiebre. En algunos casos puede observarse sangre en las heces.
  • Diarrea crónica: cuando dura más de tres semanas.
  • Diarrea del viajero: es el problema de salud que aparece más habitualmente cuando se viaja a países con menores condiciones higiénicas, y está causado por una bacteria, virus o parásito que infecta al viajero. No reviste gravedad porque la mayoría de las veces el cuerpo acaba acostumbrándose a las nuevas condiciones ambientales.

¿Cuáles son las causas de la diarrea?

Pueden existir muchas causas para la diarrea, aunque principalmente este trastorno se origina por un proceso infeccioso que se adquiere por intoxicación alimentaria. En ocasiones, ese proceso puede ser vírico, por lo que los virus también pueden causar diarrea. Así mismo, también es un síntoma frecuente de algunas enfermedades inflamatorias del intestino.

Además, algunas personas pueden padecer diarrea como consecuencia de estar atravesando situaciones de estrés y ansiedad. Y determinados fármacos, como los antibióticos, pueden provocar este problema como uno de sus efectos secundarios.


¿Y sus síntomas?

El principal síntoma que indica que estamos ante un caso de diarrea es el hecho de que las deposiciones se tornan menos consistentes e incluso líquidas, y que aumenta su número durante el día.

Además, no es infrecuente que las diarreas también causen en el paciente intolerancia a la comida, malestar, dolor abdominal o fiebre.

Por otro lado, uno de los mayores peligros de la diarrea es la deshidratación, que puede resultar especialmente grave en niños y personas de edad avanzada. Los signos generales de deshidratación son: sensación de sed, menor frecuencia para orinar, piel seca, fatiga y color en la orina más intenso de lo habitual. En los niños, los signos de deshidratación incluyen también la sequedad de boca y lengua, llorar sin lágrimas aparentes, fiebre alta, irritabilidad, piel que cuando se pellizca no vuelve a su posición inicial e incluso los pañales no aparecen mojados después de 3 horas.

Dicha deshidratación se produce por una menor absorción de líquidos y nutrientes a nivel intestinal y, por tanto, una pérdida excesiva de éstos a través de las heces.

10 consejos para prevenir y tratar la diarrea

La alimentación es el aspecto que más hay que cuidar a la hora de prevenir y tratar una diarrea, por lo que tener en cuenta qué alimentos consumimos, junto con otras recomendaciones dietético nutricionales nos ayudará a no caer tan fácilmente en este problema y, posteriormente a recuperarnos lo antes posible.

  • 1. La fibra, lejos.Reduce el consumo de fibra, presente en frutas, verduras, frutos secos y cereales.
  • 2. Fruta en todas sus formas.
    Consume fruta madura, sin piel, cocida, al horno, en almíbar (si está permitida) o en zumos colados, limitando así su contenido en fibra.
  • 3. Dieta sin grasas.
    Limita el consumo de grasas escogiendo técnicas culinarias que aporten poca grasa al alimento (hervido, vapor, escalfado, rehogado con poco aceite, plancha, horno, papillote) y reduciendo el consumo de alimentos más grasos (mantequilla, margarina, nata, crema de leche, salsas grasas, aguacate o aceitunas).
  • 4. Los lácteos, con lupa.
    Puede ser que la leche y sus derivados no te estén sentando bien. Escoge mejor yogur, queso fresco o productos lácteos que contengan menores cantidades de lactosa. Si la tolerancia es buena, reintrodúcelos en pequeñas cantidades.
  • 5. Vigila la temperatura de la comida.
    Intenta tomar los platos a temperatura ambiente o templados y evitar las temperaturas extremas, porque estimulan el ritmo intestinal.
  • 6. Hidrátate bien.
    Bebe entre 1,5 y 2 litros al día, ya sea de agua, infusiones o caldos de verduras. Y si ya estás sufriendo diarrea, toma sueros, agua con limón o bebidas isotónicas para recuperar sales y estar hidratado.
  • 7. Al principio, alimentos suaves.
    Poco a poco, y siempre y cuando el cuerpo pueda tolerarlos, podemos ir introduciendo alimentos: productos suaves y astringentes, como arroz, dulce de membrillo, manzana, jamón york o tortilla.
  • 8. Cuidado con la automedicación.
    Si la diarrea se intensifica, lo más adecuado es acudir al médico y no recurrir por nuestra cuenta a fármacos. El especialista nos recomendará el tratamiento más adecuado.
  • 9. Máxima precaución si vas a viajar al extranjero.
    En países en vías de desarrollo procura no consumir frutas sin pelar, ensaladas, verduras, carnes o pescados crudos o poco cocinados; evita el marisco, mayonesas, cremas y leche o derivados que no ofrezcan garantías sanitarias suficientes; restringe el consumo de productos de pastelería y helados, porque su conservación puede no ser la apropiada; y no consumas alimentos de puestos ambulantes, ya que no suelen reunir las garantías suficientes. En cuanto a los líquidos, es importante que el agua para beber sea adecuadamente potabilizada, o bien embotellada y abierta delante del consumidor final, al igual que los refrescos comerciales, que sí son bebidas recomendables en estos lugares, así como el café, porque se han elaborado con agua previamente hervida. En cambio, hay que evitar las bebidas con hielo porque éste puede contener bacterias o virus.
  • 10. Determinados casos exigen la visita a un médico.
    Independientemente de la causa de la diarrea, las personas mayores de 65 años y menores de 3 años deben acudir al médico si las medidas higiénicodietéticas no han funcionado en 24-48 horas. También, si existe sangre o moco en las heces; vómitos fuertes; fiebre alta; diarrea de dos o más semanas de evolución; cuando el paciente presenta alguna enfermedad que se pueda descompensar con la diarrea (diabetes, hepatopatía…); cuando el paciente haya estado de viaje en alguna zona de especial riesgo o cuando la diarrea se pueda relacionar directamente con la toma de algún alimento o bebida.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.