Medicamentos y alimentos

¿Qué es la interacción medicamento-alimento?

A la hora de administrar o tomar medicamentos, la vía más utilizada es la vía oral (pastillas, cápsulas, jarabes, soluciones…). Uno de los problemas principales de este método de administración es la posible interacción de los fármacos con los alimentos, ya que ambos sufren modificaciones en el mismo lugar del organismo: el estómago. Se trata de interacciones que se producen más frecuentemente de lo esperado, debido a la práctica habitual de tomar los medicamentos junto con las comidas.

Así, la presencia de alimentos en el aparato digestivo puede influir en el efecto de los medicamentos administrados por vía oral. En la mayoría de las ocasiones, este efecto tiene una importancia menor y la eficacia del tratamiento no se ve alterada. Sin embargo, hay veces en las que ingerir o no determinados alimentos de forma simultánea a la toma de un medicamento puede condicionar que el fármaco realice correctamente su función terapéutica.


¿Qué tipos de interacciones medicamento-alimento se pueden dar?

Antes de nada, debemos saber que al ingerir alimentos, se producen modificaciones fisiológicas en el aparato digestivo que pueden afectar al correcto funcionamiento terapéutico de un medicamento. Es decir, que ciertos alimentos pueden cambiar la respuesta que nuestro organismo tiene ante un fármaco.
A partir de aquí, podemos explicar y diferenciar tres grandes grupos de interacciones entre medicamentos y alimentos:

  • Interacciones farmacocinéticas: algunos factores del aparato digestivo pueden verse modificados por los alimentos. Por ejemplo, los alimentos ácidos modifican el pH del estómago, lo que afecta a la absorción de los medicamentos; también hay alimentos que aceleran el tránsito intestinal, lo que hace que un medicamento pase en el estómago menos tiempo del requerido para que se absorba correctamente; o también puede ocurrir lo contrario, que al tomar un medicamento con el estómago lleno se produzca un retraso en el vaciado gástrico, por lo que el fármaco pase más tiempo del adecuado en el tracto digestivo y aumente su efecto en el organismo.
  • Interacciones fisicoquímicas: la presencia en el estómago de algunos líquidos, como refrescos o zumos, puede dificultar la correcta acción del medicamento.
  • Interacciones farmacodinámicas: estas interacciones se producen directamente sobre el efecto del fármaco, potenciándolo o reduciéndolo.
    Por otro lado, ciertas interacciones son también beneficiosas, ya que existen medicamentos que por su potencial dañino a nivel digestivo deben tomarse siempre conjuntamente con alimentos.

¿Cuáles son los medicamentos que más se ven afectados por los alimentos?

La mayor o menor relevancia de este tipo de interacciones depende de muchos factores relacionados con el tipo de fármacos administrado. Los más importantes son:

  • Medicamentos con margen terapéutico estrecho: son aquellos que presentan una dosis tóxica y una dosis terapéutica próximas entre sí, por lo que una modificación en el funcionamiento del fármaco podría tener consecuencias importantes. Por ejemplo, antihipertensivos, los contraceptivos orales o el litio, entre otros.
  • Medicamentos con una curva dosis-efecto de gran pendiente: es decir, fármacos en los que pequeños cambios en la dosis pueden producir grandes modificaciones del efecto.
  • Medicamentos que requieren una concentración plasmática sostenida: es decir, necesitan mantener cierta concentración de principio activo en sangre de forma permanente y durante un tiempo. En este grupo destacan los antibióticos.

¿Hay alimentos que no se pueden mezclar con medicamentos?

Existen alimentos concretos que son conocidos por su potencial de interacción con cierto tipo de medicamentos:

  • Zumo de pomelo: contiene un nutriente (flavonoides) que puede afectar a cómo se metabolizan muchos fármacos en el aparato digestivo, por lo que es recomendable evitar el zumo de pomelo durante el tratamiento con cualquier tipo de medicamento.
  • Sal: aumenta la retención de líquidos y favorece el incremento de la presión arterial. Por este motivo, su consumo o el de alimentos ricos en sal (embutidos, encurtidos, etc.) puede afectar a medicamentos diuréticos o para el tratamiento de la hipertensión o la hipotensión.
  • Alimentos que modifican el PH (acidificantes y alcalinizantes): carne, aves, bacon, cereales, ciruelas, arándanos, frutos secos, huevos, maíz, lentejas, pescado, marisco y los quesos son alimentos que acidifican el pH; mientras que la leche, frutas (excepto ciruelas y arándanos), almendras, castañas, coco, verduras y legumbres (excepto lentejas) son alimentos alcalinos. Todos ellos pueden afectar a la absorción del medicamento.
  • Leche y productos ricos en calcio: pueden tener un efecto muy importante en los tratamientos con algunos antibióticos.
  • Alimentos ricos en vitamina K: vegetales como brócoli, coliflor, col de Bruselas, espinacas o nabo pueden tener importantes efectos sobre algunos medicamentos anticoagulantes como la warfarina. Otros productos como el aguacate o el ajo (en grandes cantidades) también pueden producir efectos en los medicamentos anticoagulantes.
  • Alimentos ricos en tiramina: quesos fermentados, pescado en escabeche, ahumados, vino tinto, chocolate o plátanos pueden producir subidas de tensión arterial en pacientes tratados con algunos antidepresivos.
  • Alimentos altos en pepsina: la última guía realizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España señala los alimentos con alto contenido en pepsina tales como la manzana o la pera como contraindicados a la hora de tomar medicamentos.

Además, otro tipo de productos relacionados con la alimentación, como el alcohol, los complementos alimenticios o las hierbas y plantas medicinales merecen un contenido aparte por la gran cantidad de interacciones con los medicamentos que pueden provocar.


¿Cómo minimizar las interacciones medicamento-alimento?

Además de tener claros estos conceptos básicos, la información sobre interacciones medicamento-alimento se describe en la sección 2, titulada “Advertencias y precauciones”, de los prospectos de todos los medicamentos.Normalmente, suele aparecer bajo el apéndice “Toma del medicamento con alimentos, bebidas y alcohol”. Es importante consultar siempre esta parte del prospecto para asegurarnos de las posibles interacciones y alimentos a evitar si vamos a iniciar un tratamiento farmacológico.

Del mismo modo, si presentamos alguna situación especial relacionada con la alimentación como alergias o intolerancias, estamos siguiendo alguna dieta específica o estamos tomando algún complemento nutricional, debemos comentarlo siempre con el médico o profesional sanitario antes de comenzar el tratamiento.

No obstante, y pese a todo lo descrito, no todos los alimentos interaccionan con los medicamentos. Solo hay que tener en cuenta el tipo de medicación y seguir las especificaciones que se indican en el prospecto. Este texto es una visión general de las particularidades importantes entre los alimentos y los fármacos. Lo fundamental para todos es saber que si estamos tomando cualquier medicamento, debemos evitar la ingesta de alcohol.

Consejos sobre la interacción de los medicamentos con los alimentos:

  • 1. Lee atentamente el prospecto de los medicamentos.
    Antes de comenzar un tratamiento con un medicamento, revisa la sección 2 del prospecto para informarte sobre los alimentos a evitar porque pueden interaccionar con el producto.
  • 2. Comenta tus peculiaridades alimenticias.
    Si padeces alergia o intolerancia a algún alimento, si estás siguiendo alguna dieta específica, o presentas algún requerimiento nutricional concreto, avisa a tu médico o profesional sanitario antes de comenzar cualquier tratamiento farmacológico.
  • 3. Si tomas o estás tomando algún complemento alimenticio, avisa a tu médico.
    De igual modo, si por cualquier motivo tomas o vas a tomar algún complemento nutricional, es importante que informes a tu médico para que valore si puede tener algún impacto sobre tu medicación habitual.
  • 4. Sigue fielmente las instrucciones médicas.
    Una vez que te dispongas a tomar el medicamento, recuerda seguir al pie de la letra tanto las pautas marcadas por el médico como las descritas en el prospecto del medicamento.
  • 5. Evita el zumo de pomelo.
    Se trata de un alimento que contiene ciertos nutrientes que pueden interferir en cómo se metabolizan ciertos medicamentos en el estómago, por lo que, a la hora de ingerir cualquier medicación por vía oral, hay que evitar también esta fruta o su jugo.
  • 6. Siempre, sin alcohol.
    Como norma general, debemos evitar el consumo de alcohol con la toma de cualquier medicamento.

Infográfico

En esta tabla puedes ver resumidos los principales alimentos que pueden presentar alguna interacción con ciertos medicamentos.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.