Acúfenos

¿Qué son los acúfenos?

Los acúfenos no son una enfermedad, sino un síntoma relacionado con el sistema auditivo. En inglés suelen llamarse tinnitus (un latinismo que significa “tintineo”) y suelen describirse como zumbidos o silbidos que se escuchan en uno o en ambos oídos, sin que exista una fuente exterior de sonido. Es decir, la persona escucha un sonido -un zumbido, pitido, siseo, murmullo, soplos…- sin que nada externo lo esté provocando.
Se trata de un fenómeno relativamente normal, que casi toda la población experimenta en algún momento de su vida.

En algunas ocasiones, pueden ser el primer y/o único síntoma de problemas importantes, por lo que la evaluación por un profesional, que derivará al paciente para un estudio más pormenorizado si aparecen síntomas de alarma, es muy importante.  Normalmente, los acúfenos tienen carácter leve y transitorio, pero, si son más molestos o continuos, pueden derivar en alteraciones del sueño e interferir en el descanso y la concentración, por lo que pueden llegar a producir irritabilidad y mermar la calidad de vida de quienes los sufren. Según la American Tinnitus Association, el acúfeno grave representa el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir una persona, después del dolor intenso y los trastornos del equilibrio.


¿A quién afectan?

Según la Clínica Universidad de Navarraentre el 10% y el 17% de la población mundial sufre acúfenos. Por otra parte, el 85% de las enfermedades del oído se acompañan de acúfenos.

La frecuencia de este trastorno auditivo aumenta a partir de los 50 años y afecta por igual a hombres y mujeres.


¿Qué tipos de acúfenos hay?

Los acufenos suelen dividirse en dos tipos:

  • Subjetivos: se perciben ruidos sin que exista estímulo acústico, por lo que otras personas y el médico mismo no pueden escucharlos. Constituyen, aproximadamente, el 95% de los casos.
  • Objetivos: pueden percibirlos tanto el paciente como el médico. Suelen implicar el ruido del flujo de los vasos sanguíneos, provocando un sonido pulsátil (al ritmo de los latidos del corazón) y sincrónico con el pulso. Los producen estructuras cercanas al oído que, en algunos casos, no pertenecen a él. En otras ocasiones, el sonido se parece más a un clic rítmico.

¿Qué causan los acúfenos?

No parece que exista un único mecanismo que provoque los acúfenos y en su origen pueden estar involucradas distintas partes del sistema auditivo. Los tinnitus subjetivos son producto, normalmente, de alteraciones en la corteza auditiva del sistema nervioso central, responsable del procesamiento de los sonidos. Esa alteración puede estar provocada por casi cualquier anomalía que afecte a las vías auditivas:

  • Un trauma acústico, causado por la exposición a ruidos demasiado fuertes en ambientes de trabajo u ocio.
  • El envejecimiento: la edad es, de hecho, un factor de riesgo en este problema.
  • La hipoacusia (pérdida de audición).
  • Diferentes trastornos: las migrañas, la anemia, la hipertensión, problemas en la articulación temporomandibular…
  • Un exceso de cera o cualquier otro tipo de obstrucción en el oído externo.
  • Infecciones (otitis) en el oído medio o el endurecimiento de los huesecillos de que se hallan en él.
  • El consumo de determinados fármacos o drogas que pueden dañar la audición (ototóxicos).
  • Algunas enfermedades que pueden afectar al sistema auditivo (determinados tumores, ictus, esclerosis múltiple…).
  • Una anomalía del oído interno llamada enfermedad de Ménière.
  • Lesiones en la cabeza.

Por otra parte, también las situaciones de estrés, un estado de ánimo depresivo y el consumo de cafeína u otros estimulantes contribuyen a empeorar la situación.


¿Cuáles son sus síntomas?

El acúfeno suele manifestarse como un pitido, zumbido o silbido, que se escucha por uno o ambos oídos, aunque también puede asemejarse a un rugido, al ruido de la red eléctrica, un chasquido o un siseo.

Su intensidad y tono pueden variar y ser más suave o más fuerte o agudo o grave, aunque son más habituales los acúfenos agudos. Suelen empeorar con el silencio. A menudo, quienes lo sufren padecen también hiperacusia -una mayor sensibilidad a los ruidos externos-.

Por otra parte, los tinnitus pueden estar sincronizados con los latidos del corazónmanifestarse de manera intermitente o ser continuos. En este último caso, pueden provocar en la persona afectada dificultad para conciliar el sueño, falta de concentración, angustia e, incluso, depresión.


¿Cómo se tratan los acúfenos?

En la mayoría de los casos, el acúfeno no molesta y no requiere -aunque tampoco existe- tratamiento farmacológico o quirúrgico específico, si bien, según la American Speech Language, entre el 10% y el 15% de los adultos sufre este problema de forma prolongada y precisa una evaluación médica con el fin de descartar problemas que, aunque poco frecuentes, pueden ser de importancia.

No obstante, el tratamiento más eficaz es la eliminación de la causa o la enfermedad subyacente que provoca los acúfenos. Por ejemplo, si es la hipoacusia, pueden ser útiles los audífonos y en caso de sordera profunda, puede resultar efectiva la colocación de un implante coclear que estimule el oído interno.

Si existen cuadros de estrés o depresión, también deben tratarse -mediante terapia psicológica, técnicas de relajación, medicación… -, así como evitarse el consumo de cafeína u otras sustancias estimulantes.

Otra medida que puede ser útil es emplear un tipo de dispositivo similar a los audífonos, que se coloca en los oídos y emite un sonido a bajo volumen, capaz de enmascarar los acúfenos. También puede ayudar, sobre todo por la noche, recurrir a sonidos ambientales reconfortantes -música de fondo, ventiladores, fuentes de agua… Estos ayudan a distraerse de los tinnitus y, por lo tanto, a conciliar el sueño.

Desafortunadamente, en muchos casos no se llega a averiguar la causa o no es posible, a pesar de conocerla, aplicar un tratamiento médico o quirúrgico para resolverla.

Nuestros expertos respondenMostrando 1 respuestas de Nuestros Expertos en "Acúfenos"

¿Por qué escucho pitidos en los oídos?

Los pitidos o zumbidos en el oído se conocen como acúfenos o tinnitus. Son sonidos que se producen sin que exista una fuente exterior que los cause y son un fenómeno relativamente normal, que casi toda la población experimenta en algún momento de su vida de forma esporádica y un 15%, aproximadamente, de manera más persistente. Habitualmente, estos pitidos son de tono agudo, aunque en ocasiones pueden ser zumbidos más graves, como si los produjera un aparato eléctrico.

  Normalmente, tienen carácter leve y ceden espontáneamente, pero, si son más molestos o continuos, pueden alterar el sueño e interferir en el descanso y la concentración. A su vez, esto puede producir irritabilidad y deteriorar la calidad de vida de la persona que los sufre. Según la American Tinnitus Association, el acúfeno grave representa el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir una persona, después del dolor intenso y los trastornos del equilibrio.

  En ocasiones, existe una causa orgánica de los acúfenos, como otitis, tapones de cerumen, hipoacusia, exposición a ruidos fuertes, algunos fármacos, problemas de la columna vertebral o mandíbula y, más raramente, algunos tumores. En otras muchas ocasiones, no hay una lesión orgánica o trastorno que justifique los pitidos. Es importante acudir al médico especialista (otorrinolaringólogo) para detectar la causa, si la hubiera, y tratarla. Cuando no existe una causa orgánica, se puede realizar terapia de reeducación auditiva para aprender a convivir con estos zumbidos y que no alteren nuestra calidad de vida.

Vídeo

El siguiente vídeo muestra qué son los acúfenos, también denominados tinnitus.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.