Hábitos de alimentación

¿En qué consiste una alimentación saludable?

Una alimentación sana consiste en incorporar una gran variedad de alimentos a nuestra dieta diaria, puesto que no existe ningún alimento que reúna todos los nutrientes esenciales para nuestro organismo.

De esta forma, conseguimos un equilibro entre el aporte necesario de nutrientes y calorías y las necesidades de cada persona, con el fin de que el cuerpo desarrolle sus funciones correctamente. Nuestra sociedad dispone de la dieta mediterránea, que reúne todas estas características y sus beneficios sobre nuestra salud han sido confirmados en varios estudios.


¿Qué problemas puede provocar una mala alimentación?

En los últimos años, los hábitos alimenticios han cambiado mucho en España. El estilo de vida actual, las prisas y la falta de tiempo impiden a muchas personas mantener una alimentación saludable.

La mayoría de las personas se nutren de manera deficiente debido a su excesivo consumo de proteínas, grasas de origen animal, alcohol, calorías y azúcares.

Esto repercute en carencias de nutrientes que pueden incidir en el bienestar e incrementar el riesgo de padecer enfermedades y problemas de salud. De hecho, diferentes estudios han demostrado que algunas de las patologías más comunes en los países desarrollados, como los problemas cardiacos, la hipertensión arterial, la osteoporosis, la diabetes, la obesidad o los trastornos digestivos, pueden estar directamente vinculadas a los hábitos alimenticios y nutricionales de las personas.


¿Qué son los nutrientes y cual es su función?

Los nutrientes son las sustancias químicas vitales para el crecimiento y mantenimiento del organismo, ya que son las encargadas de aportar al organismo humano:

  • Energía (función energética).
  • Materiales de las estructuras y tejidos celulares (función estructural).
  • Factores necesarios para las reacciones químicas celulares (función reguladora).

Si bien algunos nutrientes pueden sintetizarse en el propio organismo, la mayoría de ellos se obtienen a través de la alimentación. Por ello, es importante que nuestra dieta nos garantice un aporte equilibrado de estos componentes básicos:

  • Hidratos de carbono
  • Proteínas
  • Lípidos
  • Minerales
  • Vitaminas
  • Agua

De este modo, un consumo armónico de estos nutrientes y nuestros hábitos de vida permitirá que nuestro cuerpo se estructure y funcione correctamente, sin caer en la obesidad o toxicidad (por exceso de estas sustancias) o la desnutrición o deficiencia (por su escasez).


¿Cómo debe ser nuestra dieta?

La pirámide nutricional nos indica la frecuencia con la que debemos consumir cada grupo de alimentos, a fin de lograr de nutrientes necesario para nuestro organismo.

En la base de la pirámide se ubican aquellos alimentos que deben estar más presentes en nuestra dieta, y en la cúspide de la misma, aquellos que deben tomarse en menor cantidad.

tipos de dietas

Diez consejos para comer bien

Es aconsejable seguir una serie de pautas alimenticias que pueden resultar altamente beneficiosas para la salud. En nuestra farmacia pueden asesorarnos sobre la nutrición más adecuada para nosotros.

  • 1. Planifica un menú semanal equilibrado y variado.
    Te ayudará a distribuir los diferentes grupos de alimentos a lo largo de la semana y a facilitar la compra.
  • 2. Establece unos horarios de comida regulares.
    Unos horarios ordenados te permitirán comer con tranquilidad y en un entorno adecuado.
  • 3. Realiza cinco comidas al día.
    Desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Así mismo, evita picar entre horas.
  • 4. Desayuna fuerte; cena ligero.
    Desayuna fruta, lácteos, y tostadas o cereales, para asegurar un pleno rendimiento físico e intelectual. Y por la noche, para dormir bien, escoge alimentos ligeros de digerir: verduras, sopas, pescados o lácteos.
  • 5. Bebe entre uno y dos litros de agua al día.
    Es importante mantener una correcta hidratación. El agua favorece la digestión de los alimentos y ayuda a normalizar el tránsito intestinal.
  • 6. Modera el consumo de alcohol.
    El vino y la cerveza son una fuente importante de vitaminas, minerales y antioxidantes naturales. Sin embargo, no deben sobrepasarse los 2-3 vasos al día en varones, y algo menos, 1’5, en mujeres
  • 7. Evita las grasas saturadas, las harinas refinadas y los azúcares.
    Sustituye las grasas animales por aceite de oliva virgen, con propiedades cardiosaludables. Escoge alimentos integrales, más ricos en fibra, vitaminas y minerales. Y huye de los azúcares simples, que favorecen el sobrepeso y la caries dental.
  • 8. Cocina sano.
    Cuece y cocina al vapor, al horno o a la plancha y evita en lo posible las frituras y las salsas. No abuses de alimentos precocinados.
  • 9. Deja la sal en el salero.
    Si comes sin sal protegerás tu corazón. Puedes sustituirla por apio, vinagre o especias, y así añadirás más sabor a tus comidas.
  • 10. Consulta a tu farmacéutico sobre los complementos alimenticios.
    Con su aporte extra de nutrientes, ayudan al organismo a funcionar de forma óptima y favorecen la prevención de posibles problemas de salud.

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¿De verdad es tan necesario beber dos litros de agua al día?

Es cierto que los nutricionistas recomiendan beber al menos dos litros de agua diarios para mantener nuestro organismo hidratado, pero esta cantidad no tiene que por qué llegar necesariamente en forma de vasos o botellas de agua. Hasta un tercio de esa cantidad puede proceder de verduras y frutas –por ejemplo, la zanahoria, el apio, la sandía y la naranja son muy hidratantes-, o de otras bebidas como zumos, infusiones o leche semi o desnatada. Cuando el peso es excesivo y se inicia un régimen de adelgazamiento, existen datos de que dicha ingesta de agua debería ser incluso superior. Por otra parte, evitar la cafeína, la sal y el alcohol nos ayudará también a mantener nuestro organismo hidratado.

¿Es verdad que si me baño en la piscina o en la playa después de comer puedo sufrir un corte de digestión?

Es cierto que, cuando la temperatura corporal es un poco más alta de lo habitual (lo que sucede tras una comida copiosa y más aún si se ha tenido exposición solar), bañarse en agua fría puede desencadenar una reacción negativa en el organismo, pero, a pesar del nombre que habitualmente se le da, no se trata de un problema digestivo, sino cardiorrespiratorio, que causa síntomas como pérdida de conciencia, mareos, vómitos o náuseas. Se puede sufrir este problema incluso sin haber comido, por haber practicado deporte intenso o haber estado expuesto al sol durante un largo periodo de tiempo y luego meterse en el agua fría. Para evitar que ocurra, es recomendable comer con moderación, entrar en el agua poco a poco y mojarse primero la cabeza.

¿La alimentación influye en mi olor corporal?

Sí. Nuestro olor corporal está causado por un desequilibrio químico en nuestro organismo y, por ejemplo, ingerir en exceso carne roja o lácteos, tomar demasiado alcohol o café o incluso una dieta pobre en frutas y verduras puede empeorarlo. Así mismo, alimentos como el ajo suelen impregnar nuestro aliento y piel de un olor desagradable, al igual que el chile, el curry, el comino, los espárragos, el brócoli y la coliflor, que pueden alterar nuestro olor corporal. La alimentación causante de reflujo gastroesofágico o aquella que ha condicionado la aparición de caries tendrá también un impacto muy significativo en el aliento.

¿Me puede sentar mal tomarme un vaso de leche y luego una naranja?

No, no supone ningún peligro para nuestra salud tomarnos un vaso de leche y después un cítrico como la naranja o la mandarina o un zumo elaborado a partir de este tipo de frutas. Es cierto que, por ejemplo, si se mezcla directamente la leche con una naranja, se acidifica la primera, pero se trata sólo de un cambio en la composición del lácteo. Pueden darse situaciones concretas en que especialmente en la noche, la mezcla no sea recomendable entre quienes tienen acidez habitual (pirosis) por úlcera duodenal o reflujo gastroesofágico. La naranja puede acentuar dichos problemas, y aunque la leche podría producir un efecto calmante transitorio, se cree que puede intensificar la producción de ácido pasadas unas horas.

¿Qué sucede si me trago un chicle?

Existe la falsa creencia de que cuando nos tragamos un chicle, este puede “pegarse en las tripas” o permanecer en el organismo durante años sin ser digerido.

La realidad es que no pasa nada si nos tragamos un chicle por accidente. Aunque el estómago no puede digerir o disolver la goma de mascar. El aparato digestivo sí puede transportarla mediante el movimiento normal del intestino -peristáltico- y expulsarla por el tubo digestivo al defecar.

Solo si nos tragáramos muchos chicles, en un corto espacio de tiempo o junto a un cuerpo extraño como una moneda, habría riesgo de un bloqueo en el sistema digestivo.

 

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.