Vaginitis

De la mano de Juan Mario Troyano Luque, catedrático de Obstetricia y Ginecología y presidente de la Comisión Científica de lSociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), analizamos qué es la vaginitis, sus causas y síntomas más frecuentes, así como sus posibles complicaciones y tratamiento.

¿Qué es la vaginitis?

La vaginitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de los tejidos de la vagina a causa de una infección determinada. Por lo general, suele existir también una afección de los genitales externos (vulvovaginitis), y una inflamación del cuello del útero (cérvix) o cervicovaginitis.


¿A quién afecta?

Fundamentalmente, la vaginitis afecta a mujeres en edad reproductiva, bien por alteraciones en el sistema natural vaginal o por infecciones transmitidas. Sin embargo, también pueden sufrir vaginitis:

  • Niñas: dada su escasa actividad hormonal y, en ocasiones, una deficiente higiene.
  • Mujeres en la menopausia: al producirse una atrofia genital.
  • Mujeres gestantes: a causa de una mayor concentración de glucógeno en las células vaginales por la actividad hormonal de la gestación, lo que provoca frecuentes infecciones por hongos, de escasa repercusión, pero muy molestas.

¿Qué causa vaginitis?

En una mujer joven con actividad hormonal normal, la vagina mantiene una flora o ecosistema favorecido por la acción de los estrógenos, que son las hormonas encargadas de mantener el desarrollo, grosor y elasticidad del epitelio vaginal (la capa de tejido que cubre las paredes internas de la cavidad vaginal). Cuando esta actividad hormonal cesa o disminuye, el ecosistema vaginal puede deteriorarse y favorecer la aparición de vaginitis, al disminuir la acidez del flujo genital y, por tanto, las defensas naturales de la zona.

Esta enfermedad no solo se da cuando ese sistema natural vaginal se altera, sino también cuando se sufre cualquier tipo de agresión, bien por infecciones transmitidas o por desequilibrio de los gérmenes existentes habitualmente en esa flora vaginal.

De hecho, más del 80% de las mujeres que presentan síntomas de vaginitis tienen infecciones provocadas por:

  • Bacterias.
  • Hongos (candidiasis).
  • Parásitos (trichomonas).

Por otro lado, y si bien en menor proporción, la vaginitis puede ser causada también por un virus, como el Herpes Simple (VHS) o el Papiloma Humano (HPV), provocando lesiones genitales.


¿Existen factores de riesgo?

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer vaginitis son:

  • Haber sufrido otras infecciones genitales anteriores (Gardnerella, Chlamydias, Gonococia, etc…).
  • Sufrir enfermedades de transmisión sexual (ETS): además de producir una vaginitis, pueden ocasionar enfermedades más graves como la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EPI).
  • La práctica de coitos de riesgo (sin medidas de precaución) o tener un alto número de parejas sexuales distintas.
  • El uso de dispositivos intrauterinos (DIU).
  • La toma de anticonceptivos hormonales: aunque no son la causa, sí favorecen la infección, al mantener constantes las dosis hormonales e influenciar  la composición de la flora vaginal.
  • El uso de antibióticos o corticoides.
  • Sufrir enfermedades asociadas como la diabetes: puesto que pueden provocar la descompensación metabólica.
  • Utilización de ropa inadecuada o de tejidos que impiden la transpiración genital.
  • El abuso cotidiano de compresas o salvaslips.
  • Los baños en piscinas mal higienizadas o con exceso de cloro: ya que disminuyen la acidez vaginal habitual.

¿Cuáles son los síntomas de la vaginitis?

Todas las vaginitis presentan habitualmente síntomas asociados y comunes como:

  • Aumento importante del flujo genital.
  • Flujo de un color distinto y más espeso durante todo el ciclo menstrual.
  • Flujo maloliente e irritante y, a veces, con discreto sangrado.
  • Picor vulvo-vaginal de predominio nocturno y con aumento tras el coito.
  • Ardor genital intenso.
  • Molestias urinarias (al contacto de la orina con los genitales).
  • Dolor en el coito (dispareunia).

¿Qué tipos de vaginitis existen y qué síntomas provocan?

En función del germen causante, existen diferentes tipos de vaginitis que causan síntomas  y molestias específicas:

  • Vaginitis bacteriana: responsable del 30% de las vaginitis. Su síntoma más habitual es el aumento del flujo genital con color grisáceo y un olor desagradable, similar al del pescado.
  • Vaginitis por hongos: causante del 20% de los casos de vaginitis. Sus síntomas son:

-Prurito (picor) genital intenso, sobre todo vulvar.

-Enrojecimiento marcado de la vulva y la vagina.

-Flujo blanquecino y pastoso que recuerda al yogur.

-Recaídas frecuentes, sobre todo durante el embarazo.

  • Vaginitis por parásitos (Trichomonas): se trata de una infección de transmisión sexual, frecuente en más de un 50% de pacientes de riesgo o personas que mantienen relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas. Se caracteriza por la aparición de un parásito dotado de una cola (flagelo) que le permite moverse dentro del flujo genital y que crece en ambientes pobres en oxígeno. Aunque esta infección es asintomática en un 40% de mujeres afectadas, sus signos más habituales son:

-Aumento exagerado de flujo genital (leucorrea).

-Flujo de color verdoso “pistacho” con pompas/espuma por fermentación del flujo genital.

-Enrojecimiento vaginal marcado y del cuello uterino.

-Picor vulvar y vaginal.

-Mal olor genital.

-Molestias urinarias.

-Dolor durante el coito (dispareunia).

-Dolores abdominales bajos.

  • Vaginitis por virus: las más frecuentes son causadas por el virus del Papiloma Humano (HPV) y por el virus del Herpes Simple (Tipo 2) (HSV-2). La transmisión de ambos virus está provocada por contacto sexual, y se manifiesta en mayor grado en la primera infección, aunque, como la mayoría de los virus de acción local, puede reactivarse en la mujer a lo largo de su vida, dando lugar a síntomas muy molestos. Algunos de ellos son:

-“Ardor” intenso genital: como pinchazos de alfileres.

-Dolor vulvar y enrojecimiento genital.

-Vesículas genitales que se rompen, con salida del líquido interior.

-Ulceraciones cutáneas.

-Ganglios inguinales.

-Verrugas genitales (en forma de coral): frecuentes en el caso del Virus del Papiloma Humano.


¿Cuáles son sus complicaciones?

Si se trata adecuadamente, la vaginitis no entraña ningún conflicto terapéutico, aunque algunas de las complicaciones que puede provocar, excepcionalmente y dependiendo del germen, son:

  • Infecciones urinarias de vías bajas (uretritis).
  • Úlceras genitales.
  • Verrugas genitales.
  • Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EPI) o infertilidad.
  • Inflamación intestinal crónica (rectitis).
  • Artritis o hepatitis.
  • Cáncer de cuello uterino, vulva y/o vagina.
  • Cáncer oral/laringe/anal, según hábitos sexuales con parejas de riesgo.
  • Infecciones fetales graves, si se está embarazada.

¿Tiene tratamiento la vaginitis?

La vaginitis tiene tratamiento, aunque este variará en función del germen causante.

  • El ginecólogo valorará las características de los signos clínicos de  la paciente (flujo, olor, enrojecimiento vulvar…) así como la existencia de posibles alergias, resistencias o embarazo. En algunos casos, para completar el diagnóstico, será necesario realizar un cultivo de vagina, cuello uterino, uretra y ano.
  • Una vez establecida la causa, suelen emplearse fármacos (antibióticos), cremas o geles antimicrobianos, con el fin de minimizar también la sintomatología molesta expresada  por  la paciente (picor, dolor, aumento exagerado del flujo genital, mal olor etc.).
  • Durante el tratamiento se recomienda no mantener relaciones sexuales y evitar las duchas vaginales y los tampones.

Diez claves para prevenir la aparición de vaginitis

  • 1.Mantén una vida sexual sana.
    Tanto si tienes pareja estable como si no, toma las medidas de precaución necesarias a la hora de mantener relaciones sexuales.
  • 2.Minimiza el riesgo de infecciones.
    Ten en cuenta que las lesiones genitales y los sangrados por heridas durante el coito pueden facilitar la aparición de infecciones y de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
  • 3.Sigue una adecuada higiene íntima.
    Lava la zona una o dos veces al día como máximo, y con jabones suaves, ya que el exceso de higiene puede cambiar tu pH vaginal y favorecer la aparición de infecciones.
  • 4.Recuerda que la vagina debe estar libre de gérmenes.
    Tras orinar o defecar, límpiate de adelante hacia atrás para no llevar las bacterias de la zona anal a la vaginal.
  • 5.Usa ropa interior holgada y de tejidos que permitan la transpiración.
    Apuesta por utilizar prendas amplias de algodón y evita los pantalones ajustados, ya que dificultan la ventilación de la zona genital y favorecen la proliferación de bacterias.
  • 6.No abuses de los tampones y salvaslips.
    Recuerda que los tampones y salvaslips deben ser usados por poco tiempo y solo durante la menstruación, ya que dificultan la transpiración y la salida del flujo genital.
  • 7.Extrema las precauciones en verano.
    La excesiva cloración de las piscinas, así como los balnearios, spas y jacuzzis disminuyen la acidez habitual de la vagina, favoreciendo la aparición de infecciones.
  • 8.Abandona el tabaco y alcohol.
    Su consumo no solo es perjudicial para tu salud en general, sino que también favorece la eliminación de los microorganismos beneficiosos del cuerpo, incrementando el riesgo de infecciones.
  • 9.Haz partícipe a tu pareja del riesgo de infección.
    Apuesta por tomar medidas de prevención que eviten la aparición de vaginitis y, en caso de infección, no dudes en comunicárselo a tu pareja, ya que también deberá ir al médico y tratarse, si fuera preciso.
  • 10.Acude periódicamente al ginecólogo para las revisiones médicas.
    Sobre todo, si detectas cambios en tu función genital o sufres molestias. El profesional médico determinará si existe infección y pautará el tratamiento adecuado.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.