Hipertensión

¿Qué es la presión arterial?

La presión arterial es la fuerza que la sangre, impulsada por el corazón, ejerce sobre las paredes de los vasos sanguíneos. Esta presión se clasifica en dos tipos:

  • La presión sistólica, conocida por la población general como alta, que es la presión que la sangre ejerce en el momento del latido del corazón.
  • La presión diastólica, o baja, mide la presión de la sangre en los intervalos en que el corazón se relaja entre los latidos.

¿Qué es la hipertensión?

Cuando una persona supera unos niveles de presión arterial determinados, se entiende que padece hipertensión, y esta presión arterial demasiado alta puede lesionar las paredes de los vasos sanguíneos. Esto implica un mayor riesgo cardiovascular que, a largo plazo, puede derivar en problemas cardíacos, renales y cerebrales.

En un adulto, los niveles límite de tensión se han fijado en valores de 14 para la tensión sistólica o máxima y 9 para la diastólica o mínima.


¿A quién afecta?

La hipertensión arterial es la enfermedad cardiovascular más frecuente en nuestro país: tres de cada diez españoles, en torno a 14 millones de personas, la padece, según datos de la Sociedad Española de Hipertensión.

Si bien es una enfermedad que puede afectar a todo tipo de personas, los casos se hacen más frecuentes en varones mayores de 55 años y mujeres mayores de 65. Se trata, por lo tanto, de una enfermedad relacionada con la edad de las personas: conforme ésta avanza, se hace necesario realizar revisiones periódicas de los niveles de tensión.


¿A qué se debe la hipertensión arterial?

No se han encontrado causas específicas de esta dolencia, pero sí factores de riesgo cardiovascular que predisponen a ella. El principal lo constituyen los antecedentes familiares y genéticos y enfermedades como la diabetes, pero también influyen cuestiones relacionadas con los hábitos de vida poco saludables: el tabaco, el colesterol, la obesidad, la falta de ejercicio físico regular y el estrés.


¿Cuáles son sus síntomas?

Uno de los mayores peligros de la hipertensión arterial es que se trata de una enfermedad silenciosa, que no presenta síntomas. Por esta razón, hasta un tercio de las personas afectadas desconocen que sus niveles de tensión son altos y el riesgo que esto implica.

¿Qué complicaciones para la salud puede conllevar la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial, cuando no se diagnostica y no se trata, puede a medio y largo plazo causar enfermedades renales, insuficiencia cardiaca, angina e incluso infarto, problemas de circulación en las piernas, alteraciones de la visión e incluso ictus (accidente cerebrovascular). Además, no es frecuente, pero la tensión alta puede desembocar en problemas relacionados con el oído. Por todo ello, es importante una detección precoz y poner tratamiento a la hipertensión arterial. 

¿Cómo se trata la hipertensión?

Es especialmente importante controlar la tensión arterial a partir de los 40-50 años de edad.

Cuando la hipertensión obedece al estilo de vida (sedentarismo, estrés, alimentación) y no es muy alta, el tratamiento suele consistir en mejorar la alimentación (hacia un estilo cardiosaludable), evitar las comidas ricas en sal, beber abundante agua, hacer al menos 40 minutos de ejercicio suave o medio al menos tres veces por semana, dejar de fumar si se tenía ese hábito, disminuir la ingesta de alcohol, reducir el estrés y mantener un peso adecuado a la edad. 

Si las causas de la hipertensión son otras o no disminuye con ese cambio de hábitos, es necesario añadir fármacos que ayudan a controlar esos niveles de presión sanguínea o a tratar la causa de esa hipertensión no controlada. Esto debe hacerse siempre tras diagnóstico médico y con prescripción. 

Diez consejos frente a la hipertensión

Controlar la tensión y llevar a cabo una serie de rutinas pueden ayudarte a evitar padecer hipertensión. Así, la Sociedad Española de Hipertensión recomienda seguir una serie de consejos para garantizar un estilo de vida más saludable:

  • 1. Controla el peso.
    En algunos casos, una reducción de peso controlada es beneficiosa para equilibrar los niveles de tensión.
  • 2. Realiza ejercicio físico moderado y regular.
    Debes evitar el sedentarismo, por ejemplo, caminando entre media hora y una hora diaria o con otro tipo de actividades aeróbicas como el baile, el aerobic, el ciclismo en días alternos… Teniendo en cuenta tus posibilidades reales.
  • 3. Cuidado con el estrés.
    El aumento de la ansiedad y la tensión emocional resultan peligrosos para el corazón, ya que incrementa los niveles de tensión. Intenta relajarte y evitar el estrés tanto en casa como en el trabajo.
  • 4. Huye del tabaco y modera el consumo de alcohol y café.
    Evita fumar, así como ser fumador pasivo. Así mismo, más de dos o tres tazas de café diarias o más de dos vasos de vino al día no son recomendables.
  • 5. Reduce la sal en las comidas.
    La sal incrementa la tensión, por lo que no hay que abusar de ella. Puedes sustituirla por apio o hierbas aromáticas para no restar sabor a las comidas.
  • 6. Evita las grasas de origen animal.
    Mejor incorporar alimentos de origen vegetal.
  • 7. Cocina más sano.
    Presta especial atención al modo de preparar la comida, ya que es preferible cocinar los alimentos al vapor, al horno o a la plancha, y evitar las frituras y las salsas.
  • 8. Sigue una dieta rica en potasio, magnesio y calcio.
    El consumo de alimentos que contienen estos minerales regula los niveles de tensión.
  • 9. Consulta con el farmacéutico acerca de soluciones nutricionales.
    Cuando la dieta no te garantice el aporte necesario de los anteriores nutrientes, puede ser que necesites reforzarla mediante complementos alimenticios que contengan potasio y péptidos lácteos.
  • 10. Vigila los niveles de tensión y sigue las recomendaciones médicas.
    Los controles periódicos de tensión son fundamentales en adultos mayores de 40 años, sobre todo si se tienen antecedentes familiares de hipertensión. Estos chequeos pueden realizarse tanto en el médico de cabecera como en la farmacia. En aquellos casos en los que se diagnostique hipertensión, el médico establecerá el tratamiento a seguir.

Vídeo

Consejos para prevenir la hipertensión
Eduardo González Zorzano, asesor médico de Laboratorios Cinfa, nos ofrece las claves para intentar prevenir la hipertensión arterial, una enfermedad cardiovascular muy frecuente entre la población.

Infográfico

En el siguiente infográfico te damos las claves y valores para medirte correctamente la tensión arterial en la farmacia.

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Si me han diagnosticado hipertensión, ¿puedo tomar café?

Es cierto que el consumo de café puede elevar de manera transitoria la tensión arterial y que su consumo habitual y continuado puede incrementarla en algunas personas (debido a la cafeína que contiene). Sin embargo, los estudios no demuestran que el consumo moderado de café (hasta tres tazas al día) tenga una especial incidencia en la mortalidad que provoca la hipertensión arterial ni se asocia a un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad.En definitiva, se recomienda precaución a la hora de tomar café para las personas con hipertensión, ya que, como se ha indicado, su consumo esporádico puede causar una pequeña oscilación en la presión arterial y el continuado puede incrementarla de manera moderada. Una alternativa sería el consumo de café descafeinado. Debe recordarse que la teína y la cafeína son la misma molécula y que dos tazas de té equivalen a una de café. 

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.